Coloniza los conductos xilemáticos de la planta; bloqueando y tapando los vasos, lo que determina la aparición de síntomas de marchitamiento de hoja, amarilleo y eventualmente necrosis y muerte total de la planta.
La transmisión ocurre principalmente por semilla contaminada exteriormente, por trasplantes infectados, suelos contaminados y herramientas contaminadas.
El hongo penetra en la planta a nivel del suelo ya sea por el tallo o raíces superficiales, luego por los haces vasculares es trasladado a toda la planta.Es un hongo de temperatura cálidas el desarrollo optimo se presenta a 20 ºC el rango va de 12 a 28ºC. Esta temperatura acompañada de alta humedad relativa, días cortos de baja intensidad lumínica favorecen el desarrollo de la enfermedad. Otros factor son los suelos ácidos, arenosos, con bajo pH, pobres en nitrógeno y alto suministro de potasio.
esporas de fusarium vistas por microscopio electrónico.
Síntomas y Daños
La mayoría de los síntomas se resumen en la siguiente lista:
+ Este hongo infecta plantaciones a través de la secreción de toxinas dentro de sus raíces, las cuales luego se pudren y disuelven las células de las plantas, matándolas.
+ En sistemas con recirculación con una temperatura de la solución nutriente alrededor de los 24º son las condiciones idóneas para el fusarium.
+ Ocasiona amarillamiento de las hojas, defoliación, marchitamiento vascular y muerte de la planta.
+ Las hojas se secan y permanecen adheridas a la planta.
+ Al cortar el tallo se observa los haces vasculares de color marrón.
+ En algunos casos se observa la mitad de la planta tomada.
+ Los haces vasculares pardean sin que se aprecie por el lado exterior.
+ Los tallos se lignifican desde el extremo inferior.
+ Podredumbre en la base de los tallos.
+ Las raíces se ven afectadas: mohos marrones y/o blancos; podredumbre.
+ Se altera el flujo de la savia y la actividad de las raíces.
+ Las hojas muestran síntomas de carencias nutritivas.
Lignificación de la mayor parte del tallo.
Fusarium penetra a través de las raíces de la planta en el tallo donde segrega sustancias tóxicas y obstruye los haces vasculares. Las partes de la planta que son provisto con humedad a travésde estos haces, se marchitarán.
Lo primero que se observa a campo es un amarillamiento en las hojas básales (las que salen en la parte baja de la planta a ras de suelo) posteriormente se marchitan se secan pero permanecen adheridas a la planta. Esta sintomatología va progresando hacía la parte superior de la planta a veces sólo toma un sector de la misma. Al comienzo las plantas muestran marchitez en las horas más calurosas del día recuperándose al final del mismo pero finalmente se marchitan y mueren. Las raíces principales y la base del tallo presentan necrosis vascular. Cuando se corta el tallo se observa el sistema vascular de color marrón.
Pelusa de moho Fusarium en las raíces.
Puede producir daños muy graves especialmente en invernaderos de zonas templadas, y en las zonas cálidas. Las temperaturas elevadas le favorecen especialmente.
La penetración se realiza en el suelo favorecida por heridas en las raíces o a través de los pelos radiculares o células epidérmicas de las jóvenes raíces secundarias. El patógeno se mueve intra y extracelularmente hasta alcanzar los vasos leñosos (xilema), donde se desarrolla, dificulta el pasaje de agua y se distribuye sistemáticamente.
Las temperaturas del suelo determinan la infección. Aparecerán síntomas marcados cuando se combinen temperaturas del suelo superiores a 20 ºC* e inferiores a 34 ºC con aire a 25-30 ºC.
Bajo condiciones favorables, la enfermedad provoca una marchitez total y muerte de la planta. Las plantas enfermas al morir contribuyen a infectar las plantas sanas y aumentan el nivel de inóculo en los suelos que permitirá futuros ataques en cultivos susceptibles.
Los haces vasculares y la médula pardean sin que se aprecie por el lado exterior.
Prevención y Control
Luego que el hongo penetra al tejido vegetal, no existe control químico efectivo para esta enfermedad.
Hay varios fungicidas comerciales que funcionan contra los mohos en general, pero no específicamente contra Fusarium.
Hay que evitar que se produzca la infección, la higiene es fundamental y es importante que la tierra sea nueva o esté esterilizada. Una tierra donde hubo Fusarium seguirá teniendolos con casi total seguridad, por eso lo mejor es prevenir. Espaciar los riegos y mantener el sustrato por debajo de los 30 grados.
El mejor remedio en la lucha contra Fusarium es la higiene en el cultivo.
Esto significa que todo aquello que pueda estar infectado (agua de riego, esteras, goteadores, tijeras) debe ser esterilizado o, mejor aún, sustituido. También deben desinfectarse (lavarse las manos, cambiarse de ropa) todas las personas que entrenen contacto con las plantas (es decir, con las esporas del hongo).
Existe un hongo llamado Trichoderma que, aplicado junto a las raices cuando la planta aun es pequeña, actuará como buen preventivo para evitar que entren hongos como el Fusarium.
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